· Complices ·

Estaba en la tina, ya desesperándome, por esa misma razón no saldría a la superficie. Mi misión: ahogarme. Menos mal que el baño tenía espejos por todas partes, en especial aquél que me confesó todo lo sucedido mientras el agua entraba a mis pulmones y perdía el conocimiento.
Cuando ya todo había terminado, mi hermano entró al baño, me vió preocupado, preguntaba si es que estaba bien, cosa que, como sabrán, no podía responder. Por eso fue a avisar a los otros que no reaccionaba.
Mi hermana tenia una cita esa noche, sólo entró al baño para maquillarse, y, con suerte, despedirse de mi, sin siquiera mirarme.
Mi padre pensó "son huevadas de pendeja, para llamar la atención. Ya pasará", como siempre, dejando de lado el que ya no respiraba. Como acostumbraba hacer con todo lo que sucedía, lo comentó con su esposa que, al recibir la noticia, se sintió aliviada después de casi 20 años.
Un celular. Mi madre llamando por mi, para saber cómo estaba. Mi padre dijo que bien, tranquila, con lo cual ella dudó y le preguntó sarcásticamente si me "estaba haciendo la enferma nuevamente" ( porque para él, eso era lo que significaba tener depresión), a lo cual el respondió "sólo juega a estar muerta".

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
wow me dejo helada esta muy bueno
ver la mentalidad de un adulto acerca de nuestros interminables problemas y a la conclusion que llegamos con ellos. muy bueno de verdad
Anónimo ha dicho que…
realmente... es vdd te deja helado y no sabes que decir ante esto... pq io no se que decirte ante este cuento que acabas de escribir o acabo de leer... realmente es tristemente hermoso...

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